viernes, 13 de junio de 2014

Día Mundial del Asma

El Día Mundial del Asma se celebra cada año el primer martes de mayo, siendo celebrado el 6 de mayo del año 2014. Se trata de un día en el que se pretende crear conciencia sobre el cuidado de esta enfermedad en todo el mundo.

Objetivos:

Entre los principales objetivos del Día Mundial del Asma se encuentran los siguientes:
1. Reducir los factores de riesgo para las personas que sufren asma.
2. Enseñar a los pacientes a saber reaccionar frente a una crisis de asma.
3. Desarrollar una buena atención por parte de los médicos a los pacientes.

El asma es una enfermedad crónica del sistema respiratorio caracterizada por vías respiratorias hiperreactivas (es decir, un incremento en la respuesta broncoconstrictora del árbol bronquial). Las vías respiratorias más finas disminuyen ocasional y reversiblemente por contraerse su musculatura lisa o por ensanchamiento de su mucosa al inflamarse y producir mucosidad, por lo general en respuesta a uno o más factores desencadenantes como la exposición a un medio ambiente inadecuado (frío, húmedo o alergénico), el ejercicio o esfuerzo en pacientes hiper-reactivos, o el estrés emocional.

Síntomas: 

Los síntomas del asma varían de unas personas a otras, tanto en el tipo, como en su gravedad y frecuencia de aparición. Habitualmente los pacientes presentan periodos asintomáticos, seguidos por otros en los que los síntomas se agudizan, y cuya intensidad puede llegar a ser muy grave. Los síntomas más frecuentes son:
Tos: es generalmente irritativa, con pocas flemas, y en ocasiones absolutamente seca. Suele cursar en forma de accesos de tos, sobre todo por la noche y con el esfuerzo físico.
Dificultad para respirar o disnea: generalmente al hacer ejercicio. En casos de reagudizaciones graves puede aparecer al hablar, o incluso en reposo.
Sibilancias: silbidos en el pecho que se escuchan con el fonendoscopio al explorar al paciente, y que son producidos por el paso del aire a través de las vías aéreas más estrechas.    
También puede producir sensación de opresión en el pecho, mucosidad espesa que cuesta expulsar, y síntomas nasales como picor, estornudos, taponamiento…

Tratamiento del asma (convencional): 

El tratamiento convencional del asma bronquial puede ser:

Sintomático: Tiene por objeto interrumpir la crisis mediante medicamentos de acción rápida, como la adrenalina, corticoides, oxigenoterapia, etc.
Preventivo: Indica el uso regular de broncodilatadores, antihistamínicos, corticosteroides, terapia respiratoria, inmunoterapia específica, etc.
El tratamiento debe incluir la identificación de los elementos que inicien la crisis, tales como polenes, ácaros, pelos de mascotas o la aspirina y limitando o, de ser posible, eliminando la exposición a dichos factores. Si resulta insuficiente evitar los factores estimulantes, entonces se puede recurrir al tratamiento médico. La desensitización (proceso gradual por el que se elimina la respuesta a un estímulo mediante la repetición del estímulo hasta que no se produce más respuesta) es, por el momento, la única cura disponible para esta enfermedad. Otras formas de tratamiento incluyen el alivio farmacológico, los medicamentos de prevención, los agonistas de larga acción de los receptores, y el tratamiento de emergencia.
Tratamiento del asma (médico): 

El tratamiento farmacológico específico recomendado para pacientes con asma depende en la severidad de su enfermedad y la frecuencia en la aparición de los síntomas. Los tratamientos específicos para el asma se clasifican grosso modo en medicinas preventivas y de emergencia. El reporte EPR-2 (por sus siglas en inglés Expert Panel Report 2), un protocolo para el diagnóstico y manejo del asma, así como el reporte de otras sociedades internacionales son usados y apoyados por muchos médicos. La Kinesiología Respiratoria KTR se indica como Pilar Central en el tratamiento.



Los broncodilatadores se recomiendan para el alivio a corto plazo en prácticamente todos los pacientes con asma. Para quienes tienen solo ataques ocasionales, no se necesita otro tipo de medicamento. Para quienes tienen una persistencia de los síntomas de manera moderada, es decir, más de dos crisis por semana, se sugieren glucocorticoides inhalados de baja concentración o, alternativamente, se puede administrar un modificador de leucotrienos oral, un estabilizador de la membrana de los mastocitos o la teofilina. Para los individuos que presenten crisis diarias, se sugiere una dosis más elevada de glucocorticoide en conjunto con agonistas β-2 de larga acción inhalados o bien un modificador de los leucotrienos o la teofilina, pueden sustituir al agonista β-2. En los ataques asmáticos severos, se puede añadir glucocorticoides orales a estos tratamientos durante las crisis graves.

El descubrimiento en el año 2006 de que el asma puede ser causado por la sobreproliferación de un tipo especial de linfocito NK puede conllevar últimamente al desarrollo de un mejor y más específico grupo de medicamentos. Los linfocitos T del grupo NK parece ser resistente a los corticosteroides, una de las principales líneas de tratamiento actual. Otras prometedoras opciones en estadios de investigación incluyen el uso de estatinas, que son medicamentos que disminuyen el nivel de colesterol en el plasma sanguíneo y el uso de suplementos con aceite de pescado, para reducir la inflamación en las vías respiratorias

Hepatitis C

Tratamientos para hepatitis c:

El régimen de tratamiento a seguir en la Hepatitis C dependerá del tipo de genotipo que presente el paciente.  

Hasta ahora el tratamiento estándar establecido para la Hepatitis C incluye la administración simultánea de dos medicamentos, interferón y ribavirina; Existen además, dos nuevos fármacos, que actúan como inhibidores de la proteasa y que sumados al tratamiento estándar, lo que se conoce como triple terapia, permiten un aumento en las tasas de curación para aquellos pacientes con genotipo 1.

- Interferones
 El interferón es una proteína producida de forma natural  por el sistema inmunitario como respuesta al ataque de agentes externos, tales como virus.
Para el tratamiento de la Hepatits C se utiliza la proteína antiviral recombinante de interferón-alfa humano, o derivados de ella. El interferón es administrado por inyección subcutánea.
 Hay dos formas de interferón disponibles:


  • Interferón convencional, requiere una inyección subcutánea tres veces por semana. Con este régimen se consigue una respuesta virológica sostenida  de aproximadamente 12-16%.

  • Interferón Pegilado: es un interferón “mejorado” al que se le ha añadido una molécula de polietilenglicol (PEG). La molécula de PEG es una sustancia inerte hace que se alargue el tiempo que el interferón permanece en la sangre, por lo que la aplicación solo es necesaria una sola vez a la semana, en lugar de tres veces como es el caso del interferón convencional, esto  facilita un mejor cumplimiento terapéutico.  La respuesta obtenida con interferón pegilado duplica la observada con el interferón estándar.

Existen dos preparaciones de interferón alfa pegilado:

• Peginterferón alfa-2a, que tiene una molécula grande y ramificada de PEG
• Peginterferón alfa-2b con una cadena pequeña lineal de PEG

Ambos difieren en la molécula de PEG y proceso de pegilación, lo que les confiere propiedades distintas, y por ello se administran y dosifican de forma diferente

Peginterferón alfa-2a está disponible en una solución lista para usar y se administra en una dosis fija con independencia del peso de la persona.

Peginterferón alfa-2b está disponible en polvo y disolvente para solución inyectable y se dosifica según el peso.

El interferón se asocia con efectos secundarios que afectan a los neutrófilos y plaquetas, y puede agravar otros trastornos subyacentes (como trastornos mentales o de tiroides). Son recomendables el control regular de los neutrófilos del paciente y las plaquetas, la existencia de depresión, y la función tiroidea.

- Ribavirina  
  La ribavirina es un fármaco con actividad antivírica e y moduladora del sistema inmune. La ribavirina se toma por vía oral dos veces al día. Su modo de acción contra el VHC no está claro pero los estudios han demostrado que mejora la respuesta virológica del tratamiento con interferón (tanto convencional o pegilado) cuando se utiliza en combinación con este y reduce el riesgo de recaída. Dada como monoterapia, ribavirina no es capaz de eliminar el VHC.

-INHIBIDORES DE PROTEASA
Estos fármacos son los primeros agentes antivirales de acción directa, actúan inhibiendo a la proteasa NS3/4A, la cual es necesaria para el proceso de replicación del virus en el cuerpo. Están indicados para pacientes con genotipo viral 1.
Ambos son medicamentos de toma oral, la dosis de Telaprevir es de 750 mg (dos comprimidos de 375 mg) cada 8 horas, 30 minutos después de una comida, durante 12 semanas. Y la de Boceprevir es de 800 mg (4 cápsulas de 200mg) cada 8 horas con alimentos durante 24 a 48 semanas según controles de carga viral.
Para lograr su efecto deben ser asociados a la doble terapia o terapia estándar (interferón más ribavirina).